Aprende a preparar unas deliciosas cremas para servir como postre

Cuando tenemos invitados para comer en nuestra casa, aparte de intentar preparar una comida lo más sabrosa y exquisita posible, siempre intentamos sorprender con ese último plato para que les deje un dulce Aprende a preparar unas deliciosas cremas para servir como postre

Crema al huevo

Si queremos elaborar esta sencilla y rica receta con la que conseguiremos dejar a nuestros invitados con ganas de más, necesitamos los siguientes ingredientes para cuatro personas:

  • 4 yemas de huevo
  • 100 gramos de azúcar
  • 50 gramos de harina
  • Medio litro de leche
  • Un trozo de cáscara de limón

En primer lugar ponemos las yemas en un cazo con el azúcar y las batimos. Cuando estén bien espumosas, añadimos la harina, pasándola por un tamiz previamente y removemos enérgicamente hasta que consigamos un preparado homogéneo.

A continuación, incorporamos la leche poco a poco y sin dejar en ningún momento de remover esta mezcla. Añadimos la cáscara del limón y ponemos todo en el fuego a la mínima potencia.

Cocemos sin dejar de remover en ningún momento y cuando rompa a hervir, seguimos cociendo este preparado durante dos o tres minutos más.

Dejamos enfriar la crema  a temperatura ambiente removiéndola a menudo. Vertimos el resultado en copas individuales y dejamos que se enfríe por completo antes de meterlas en el frigorífico.

Si se desea se puede decorar cada copa con unos rizos de nata montada y con cerezas confitadas o con cualquier otra cosa que se te ocurra.

Crema frita empanada

Igualmente para cuatro personas se necesitan los siguientes ingredientes:

  • 4 huevos
  • 200 gramos de azúcar
  • La cáscara rallada de un limón
  • 200 gramos de harina
  • Un litro y medio de lecho
  • 100 gramos de pan rallado
  • Un cuarto de aceite

Ponemos primeramente en una cacerola las yemas de los huevos junto con 150 gramos de azúcar y la cáscara del limón. Batimos todos estos ingredientes perfectamente y vamos agregando poco a poco la harina para diluir todo con la leche.

A continuación ponemos en el fuego la cacerola y dejamos que cueza todo junto hasta que la crema esté muy espesa. Entonces la vertimos sobre una fuente plana o sobre una tabla y la extendemos con la ayuda de una espátula, procurando que tenga un espesor de unos dos centímetros. Dejamos reposar durante un día entero.

Por último cortamos la crema ya fría en cuadrados, los pasamos uno a uno por las claras de los huevos ligeramente batidas y por el pan rallado y se fríen en aceite hirviendo a fuego muy alto para servir muy caliente, después de haberlos secado con papel.