La tripa para desgracia de la mayoría de las mujeres, es una de las zonas de nuestro cuerpo donde se suele acumular más grasa y mayor flacidez. Para evitarlo podemos poner en práctica algunos sencillos ejercicios y una serie de hábitos saludables que nos permitirán fortalecer esta parte de nuestra anatomía en cualquier circunstancia y a cualquier hora del día.
Sobre una silla
Sentadas en el borde de una silla y con las manos apoyadas sobre su asiento para conseguir un mayor apoyo, echamos el cuerpo hacia atrás mientras estabilizamos la espalda con firmeza contra el respaldo. Contraemos los abdominales de tal manera que nuestra espina dorsal se encuentre en una posición neutral y elevamos el pecho. Levantamos las piernas del suelo intentando que las rodillas se encuentren en línea con nuestras caderas y los gemelos se encuentren paralelos con el suelo.
Sin perder en ningún momento este alineamiento, bajamos las puntas de nuestros pies lentamente hasta tocar el suelo, haciendo uso de los abdominales para que la espalda no se arquee. Tomamos aire y volvemos a la posición inicial. Este ejercicio es aconsejable realizarlo entre seis y diez veces.
Plancha con flexión de rodillas
Tumbadas boca abajo nos elevamos con la ayuda de los antebrazos y nos ponemos de puntillas cuidando que los codos se encuentren directamente sobre nuestros hombros. Contraemos con fuerza los abdominales y mantenemos la nuca en una posición neutral, es decir, sin mirar hacia arriba y sin dejar caer la cabeza.
Mantenemos las caderas junto con el tronco bien quietos utilizando nuestras fuerzas abdominales para ir bajando la rodilla derecha al suelo. Estiramos nuevamente la pierna a la posición del principio y vamos alternando ambas piernas cada quince repeticiones aproximadamente.
Buenos hábitos
Las articulaciones para realizar cualquier ejercicio no deben forzarse y debemos tener especial cuidado ya que podríamos causarnos una lesión muy fácilmente.
Conservar la espalda recta en cualquier momento y el tórax muy firme nos ayudará a que nuestra barriga se mantenga bien firme.
El trasero también importa por lo que nos resultará de muy buena utilidad apretar sus músculos mientras conducimos, caminamos o incluso cuando estamos de pie esperando la cola del supermercado.
Apretar los abdominales y mantenerlos contraídos cuando estemos moviéndonos a lo largo del día o cuando estemos sentadas, nos ayudará a mantener una buena postura así como dar apoyo a la zona más baja de nuestra espalda.
Mitos sobre los abdominales
Siempre se ha dicho que el dolor tras el ejercicio es un síntoma bueno, pero una cosa es la sensación mientras se realiza un ejercicio de que el músculo tira, algo que es normal porque significa que se está usando y otra muy distinta el sentir dolor.
De igual manera suele pensarse que trabajar la zona de los abdominales reduce tripa algo que no es cierto. El ejercicio en esta zona del cuerpo tonifica los músculos aunque si hay una capa de grasa sobre ellos, ésta se mantendrá inalterable a no ser que se combinen estos abdominales con otros ejercicios de tipo aeróbico que se realicen a baja intensidad durante un tiempo bastante prolongado.