Enfermedades que se encuentran relacionadas con el frío

Una persona que se pase demasiado tiempo expuesta al frío resultará mucho más propensa que cualquier otra a sufrir una congelación. Si vamos a pasar mucho tiempo en el exterior al aire libre, es muy importante que nos vistamos de una manera adecuada y saber cuales con los síntomas y los signos de este tipo de lesiones para saber cuando debemos entrar en un lugar cerrado o incluso requerir de atención médica. Enfermedades que se encuentran relacionadas con el frío

¿En qué consiste la congelación?

La congelación se trata de un daño en nuestra piel o en nuestros tejidos debido a un frío extremo. Nuestras manos y nuestros pies, así como las mejillas y las orejas son las partes más vulnerables del cuerpo a sufrir una congelación. Así mismo los niños tienen más riesgo de sufrir una congelación que las personas mayores ya que pierden de una manera más rápida calor por la piel, además de que es mucho menos probable que decidan abandonar las diversiones que trae el invierno para irse a casa a calentarse.

La congelación se llega a producir cuando los vasos sanguíneos se contraen o se estrechan. Por un vaso sanguíneo que está contraído circula mucha menos sangre y se van formando cristales de hielo dentro del líquido que está alrededor y dentro de las células de nuestra piel.

Existen dos tipos de congelación: la profunda y la superficial. En esta última la parte que se ve afectada se pone amarillenta o gris aunque la piel permanece blanda. Una vez se descongela la piel, se vuelve roja y se puede pelar. En cambio en la congelación profunda, la piel llega a tornarse morada o azulada, dura al tacto y tiene la apariencia de cera. También puede llegar a ampollarse.

Si creemos que hemos sufrido congelación se debe acudir en primer lugar a un sitio caliente y acudir al médico lo antes posible. En ningún caso se deben reventar las ampollas si han aparecido y si se tienen los pies o los dedos de éstos congelados, no se debe caminar.

Tampoco hay que frotarse las manos si se encuentran afectadas. Tan sólo habrá que meterlas en agua templada y cubrirlas con mantas o incluso ponerlas en contacto con otras partes de nuestro cuerpo que estén calientes. No se deben exponer al calor directo como por ejemplo el de una estufa o el de una chimenea y no se deben tampoco ingerir bebidas alcohólicas para entrar en calor.

Congelación mínima

Esta lesión consiste en el hormigueo y enrojecimiento de la nariz, de las mejillas, de las orejas así como de los dedos de los pies y de las manos después de haber estado expuestos al frío. Para tratarla se debe retirar toda la ropa mojada que se pueda encontrar en la zona afectada y calentar en agua templada esas partes del cuerpo que se nos hayan enfriado. Si se ha sufrido de una congelación mínima en las manos o en los dedos de éstas, es mejor pedir a otra persona que compruebe la temperatura del agua puesto que no se sentirá el calor en esta zona que estará entumecida.