Grasas que no pueden faltar en tu dieta de “operación bikini”

bikiniSi estás haciendo una  dieta para poder lucir un tipazo este verano, debes que recordar que las grasas no debes suprimirlas y tienen que estar presentes en un 10% del total de las calorías que se ingieren al día. Pero es muy importante que aprendas a distinguir las grasas «buenas» de las que no lo son.

 Tipos de grasas

Las grasas saturadas son las más denostadas por todas aquellas personas que comienzan un régimen para adelgazar . De hecho existen algunas que si se ingieren en exceso aumentan los triglicéridos y el colesterol, como por ejemplo las que proceden de la carne de animales mamíferos y de las harinas o hidratos de carbono. Éstas son las que deben reducirse en una dieta aunque no eliminarse por completo , ya que están relacionadas con la producción de colágeno y por consiguiente son beneficiosas para el cabello, las articulaciones, las uñas y la piel. Pero si se comen en exceso son peligrosas para la salud cardiovascular.

Por otra parte las grasas insaturadas son consumidas con poca frecuencia cuando alguien desea adelgazar. Éstas se encuentran en los pescados azules, en los frutos secos, en las legumbres, en el aceite de girasol y en el aceite de oliva. Son imprescindibles para mantener unos niveles saludables de vitaminas como la D, E K y A. Si son reducidas al máximo en cualquier dieta hipocalórica, se logra perder rápidamente volumen y peso pero a costa de sufrir problemas como menopausia precoz, pérdida de memoria, osteoporosis, caída del cabello, perdida de agudeza visual, uñas frágiles o rigidez muscular. Los ácidos grasos insaturados son imprescindibles para contar con una piel bien hidratada y estructurada y éstos se encuentran en el aguacate, el aceite de oliva.

Como reconocen muchos expertos, lo cierto es que las grasas no son tan necesarias en verano como lo son en invierno ya que durante la época estival son necesarias menos calorías para calentarse o para mantener una temperatura corporal interna correcta, debido al calor del exterior, pero desde luego lo que no hay que hacer es eliminarlas por completo .

De esta manera la frecuencia alimentaria de grasas en una dieta a la semana sería de la siguiente manera: arroz, pasta o pizza de una a dos veces a la semana si es posible al mediodía preferiblemente. Cereales y pan solamente por las mañanas durante el desayuno. El pescado azul con una frecuencia prácticamente diaria y las frutas y frutos secos por las tardes durante las meriendas o acompañado ensaladas o platos ya cocinados.

En cualquier caso el agua es el nutriente que jamás debe faltar en el verano ya que además de ayudar a mantener una piel hidratada, permite eliminar las toxinas fácilmente. Se deben ingerir muchos líquidos al día de una manera regular. Las verduras y las frutas de verano resultan una fuente de agua imprescindible y sobresalen por ser muy refrescantes, por lo que resultan una excelente opción para hidratarse.