La Cafeína: Sigue siendo una droga, a pesar de ser tan popular.

La cafeína es una de las drogas más aceptadas, y consumidas por todo el mundo. La sociedad nos la presenta como una sustancia maravillosa, revitalizante, pero realmente, se esconde mucho tras esta sustancia amarga famosa en el planeta entero. La Cafeína: Sigue siendo una droga, a pesar de ser tan popular. Sí, hoy trataremos acerca de esta sustancia que tan familiar y común nos resulta en nuestro día a día: la cafeína.

Contenida en multitud de productos que ingerimos diariamente (incluso varias veces) este alcaloide de sabor amargo contenido naturalmente en alimentos como el café, consigue en nosotros un efecto inmediato.
Sin embargo, ¿hasta qué punto la cafeína no constituye una importante droga «disfrazada»?

El problema de que esté tan socialmente aceptada, que incluso provoca que algunos productos la vendan como un
extra a su favor es que, realmente, pocos saben las contraproducencias y los efectos nocivos que puede tener sobre nuestra salud su excesivo consumo.

Es cierto, que consigue despectarnos, activarnos, y provocarnos unas sensación de fulgor pleno, de, por denominarlo de alguna manera, «pilas recargadas», pero por supuesto, no seamos ingenuos, todo esto lo consigue a costa de otros efectos que pueden resultar muy dañinos.

Esta alteración que la cafeína es capaz de provocar en nuestro sistema nervioso, simplemente ingiriendo una pequeña cantidad de ella, pueden provocarnos desde temblores musculares o aritmias hasta incluso la muerte. Cuya dosis está estimada en 10 gramos, el equivalente a 100 tazas de café, pero que siempre varía dependiendo de las condiciones de cada individuo.

Si no hablamos de casos tan drásticos y miramos a la cafeína con algo más de «buena fe», diremos que las contraindicaciones que nos produce son cansancio y algo de depresión tras sus efectos, y que consigue que nuestro cuerpo, se haga dependiente de ella para activarse, es decir, que te acostumbres a determinadas dosis a determinadas horas del día, y que su no presencia en tu organismo te provoque una sensación de malestar general, agotamiento o tristeza.

Además, no consituye una sustancia precisamente buena para las mujeres, ya que merma la fertilidad, y no es buena, debido al gas, consumirla en bebidas refrescantes.

Aún así, una taza de café, una coca-cola o un vaso de te, son cosas que no vamos a dejar de tomar, que nos sientan bien y que contienen una cantidad mínima de cafeína que es inevitable ingerir. Sin embargo, no te hagas depndient de ninguna de estas tres bebidas, o dejes que tu instinto, te provoque darte un «atracón» de ellas.

Ya sabes, aunque el paquete de café no venga con contraindicaciones y la coca-cola parezca brillar más, cuanta mas cafeina tenga, no todo es oro lo que reluce, ándate con cautela, ahórrate problemas, y alíate con otras bebidas muy prometedoras para beber entre horas.