La receta del tronco de Navidad es una buena tradición de estas fiestas tan entrañables. En su origen consistía en elegir un tronco duradero y bonito para decorarlo y dejar que ardiera durante todo el día de Navidad en la chimenea. En el siglo XIX esta tradición pasó al mundo de la repostería a través de esta receta, siendo muy popular en Europa y consistente en un bizcocho que se puede rellenar con diferentes ingredientes como vainilla, crema, nueces o turrón y recubierto todo de chocolate. Es sin duda la forma ideal de terminar una cena de Navidad.
Ingredientes:
- seis huevos
- setenta gramos de harina de trigo
- cuarenta gramos de maicena
- ochenta gramos de azúcar
- cien gramos de chocolate en polvo
- Para hacer el relleno necesitarás:
- doscientos cincuenta ml. de nata líquida
- doscientos gramos de turrón de Jijona
Para preparar la cobertura:
- sesenta gramos de chocolate con un 70% de cacao
- cincuenta ml. de nata líquida
Cómo prepararlo
Lo primero que hay que hacer es preparar el relleno. Pon los 100 ml. de nata en el vaso de la batidora y el turrón machacado. Bate todo bien hasta conseguir una mezcla homogénea. Rápidamente divide en dos la pasta y sepáralas en envases diferentes, ya que una va a ser para la cobertura y otra para el relleno. Vuelve a poner en el vaso de la batidora una de las mitades de la mezcla y bate junto con lo que te ha sobrado de la nata. Remueve despacio. Lleva esta mezcla al frigorífico.
Ahora procede a preparar el bizcocho. Bate cuatro yemas y dos claras de huevo con el azúcar y con la ayuda de la batidora hasta conseguir una masa suave. Separa las claras de las yemas de los huevos restantes y ponlas en recipientes distintos. Monta las claras a punto de nieve. Cuando ya estén montadas, agrega muy despacio la mezcla anterior junto con las claras a punto de nieve y mueve todo con mucho cuidado.
Cuando ya esté todo bien mezclado, agrega la maicena, la harina y el chocolate en polvo muy poco a poco. Remueve suavemente.
Precalienta el horno a ciento ochenta grados centígrados. Unta una bandeja de horno con un poco de mantequilla y echa la masa del bizcocho sobre ella, repartiéndola por toda la superficie. Mete la bandeja en el horno durante quince minutos aproximadamente. Cuando veas que el bizcocho comienza a dorarse, retíralo del horno y extiéndelo sobre un papel de horno hasta que se enfríe.
Mientras tanto, rellena el bizcocho con la cobertura que tenías reservada en el frigorífico para cubrir toda la superficie. Con la ayuda del papel de cocina, enrolla el bizcocho con cuidado, sin apretar demasiado.
Para terminar, da unas pinceladas con la salsa de la cobertura en la superficie el pastel e introdúcelo en la nevera hasta que se solidifique. No olvides sacarlo de allí una hora antes de servir aproximadamente.
