En cuanto se desvanece el bronceado del verano y el trajín de las obligaciones comienza a sentirse en el cuerpo, lo primero que notamos es que nuestro look empalidece y pierde su esplendor Por suerte, tenemos un Beauty Plan para que estés siempre hecha una diosa. Alimenta tu piel
No es solo en sentido figurado: lo último en cuidados para el cutis es alimentarlo, literalmente. Consiste en tener una dieta balanceada y rica en vitaminas, aminoácidos y minerales, que debe complementarse con la aplicación de cremas, nutritivas también, para que la piel absorba todo lo que necesita. Pero antes de comenzar con este tipo de tratamiento, es necesario hacer un diagnóstico de la piel y, según los resultados, elegir la concentración y la textura adecuadas.
El aporte de nutrientes en forma local favorece los procesos de reparación cutánea y ayuda a retardar el proceso natural de envejecimiento. Por eso, y sobre todo en época de otoño, es indispensable incorporar a la rutina diaria fórmulas que contengan vitaminas A, C y E, para contar con los antioxidantes que la piel necesita y para mantener las estructuras del colágeno.
Eliminar las presiones
El estrés produce menor irrigación sanguínea y un aumento de los radícales libres en el organismo. Esto hace que la piel reciba menos nutrientes, menos oxígeno, y que acumule más de las sustancias que atacan sus estructuras fundamentales, como el colágeno, la elastina y las membranas celulares. La consecuencia se refleja en la piel, porque se vuelve opaca y propensa a envejecer rápidamente. Si además le falta hidratación, los tejidos faciales se tensan y dificultan la absorción de nutrientes. Para evitar que las células se ahoguen, un poco de movimiento es fundamental. Dos veces por día, durante la limpieza e hidratación, aprovechar para masajear el rostro con pequeños movimientos circulares. De esta manera se mejora y acelera la nutrición de la piel, y de paso te ganan unos minutos de relax.
Despejar el rostro
La palidez del otoño realmente pone en evidencia la falta de luminosidad y hace más visibles las manchas de la piel. Pero en lugar de ocultarlas detrás de maquillajes pesados, es mejor renovar la frescura natural del rostro. La piel pierde luminosidad cuando se acumulan células muertas en la capa superficial, por eso disminuye la oxigenación de las capas subyacentes (epidermis y dermis. Las células nuevas son las que reflejan la luz y hacen que el cutis brille desde adentro. Para conseguir esa luminosidad, lo más efectivo son los tratamientos de renovación celular, como peelings químico con ácido láctico o mandélico, o peelings mecánicos. Este tipo de tratamientos debe ser indicado por profesionales en dermatología, porque cada persona requiere un programa especial de acuerdo con su tipo de piel.
Cuando se trata de darle frescura al rostro, lo mejor es optar por maquillajes suaves. Las texturas pesadas y los colores oscuros acentúan las ojeras y los granitos. Si existen manchas o imperfecciones usar debajo un corrector más claro. Para los pómulos preferir un rubor volátil y si es de fórmula mineral, mejor. Para los ojos, optar por las sombras de colores suaves y apenas satinadas o perladas, pero no demasiado. Un buen truco para antes de maquillarse es aplicar lágrimas artificiales en los ojos para blanquear los globos oculares y darles un brillo instantáneo
Trucos y tratamientos para realzar el ánimo y la piel
Esencias
Algunas esencias tienen el poder de calmar la mente y ayudan a reducir la producción de las hormonas que causan el estrés. Usarlas baja la ansiedad y beneficia la piel. Los aceites esenciales de bergamota, salvia o naranja elevan el espíritu.
Sueño
La mejor receta para una piel radiante es dormir. Para optimizar los beneficios del sueño, los especialistas recomiendan evitar los alimentos pesados y el alcohol, por lo menos dos horas antes de acostarte.
Alimentos
Las semillas, los frutos secos y algunos pescados contienen aceites esenciales que mantienen tu mente calma y tu piel esplendorosa. La vitamina C de las frutas y los vegetales tiene un efecto similar, mientras que los carbohidratos integrales como la avena estimulan las hormonas de la felicidad.
Luz
La exposición a la luz solar ayuda a que el cuerpo produzca melatonina, hormona que previene la depresión. Así que el próximo fin de semana soleado realiza una caminata o un paseo en bicicleta al aire libre. Pero con FPS 15 por lo menos.