Ser soltera es una opción que las mujeres han tomado como camino de vida y es más por sus experiencias y concepto acerca del matrimonio, algo que ha cambiado con el paso de los años, ya que para sus madres o sus abuelas, sería impensable llegar a los 30 o 35 años, sin hijos o sin pareja. Es una pregunta que se hacen las mujeres después de los 35 años y al no tener pareja, sienten que se quedaran solas y no les llama la atención. Una mujer cuando llega a los 30 años, tiene una mentalidad diferente a sus madres y a sus abuelas y tal vez ellas hayan formado familias cerca de los 18 o 20 años y a su edad ya contaban con 5 o 6 hijos, pero la visión han cambiado, con el paso de los años.
La soltería para muchas es una opción de vida y no quiere decir que sea malo, pero sienten que la sociedad puede llegar a juzgarlas por su condición de querer quedarse solas o esperar a que el hombre ideal llegue. Y es justamente en esto en que radica la diferencia de una soltera y una solterona, pues la primera, lo hace porque quiere, porque le nace y porque no quiere casarse o tener hijos, además que se siente más tranquila teniendo su espacio, su mundo y su vida, sin darle explicaciones a nadie. Pero la solterona es aquella que se obsesiona con las relaciones, la que después de intentarlo muchas veces no lo ha logrado y tal vez es por culpa de ellas mismas que los hombres salen corriendo y se labra el destino de quedarse sola y sin esperanzas emocionales y peor aún, cuando ha pasado de cierta edad y se ha cumplido el límite de tener hijos o diseñar un núcleo familiar.
Que una mujer decida quedarse sola, se deba a varios motivos, por ejemplo, las decepciones amorosas, los engaños o el desencantarse de su pareja. Aunque a pesar de lo que les ha pasado, aclaran que es una elección que han tomado por sí mismos, pero que no quieren que se mantenga por toda su vida, así que esperan que en algún momento llegue el “amor de sus vidas”.
Otro aspecto que les llama la atención y los detiene a la hora de comprometerse, es el cambio del concepto de matrimonio que se tiene actualmente y como se ha ido transformando. Antes era casi por compromiso y por obligación, pero ahora se tiene la opción de pensar y decir sí o no. Antes, una persona de 30 años se sentía vieja y con la vida totalmente recorrida, por eso había que tener familia y compromisos desde jóvenes, pero ahora, las mujeres mantienen un espíritu joven y con ganas de seguir conociendo, explorando, aprendiendo así tengan 35 años o más.
Los ideales de las mujeres de ahora, son tener una carrera, haber viajado a otro país, tener una seguridad económica y su independencia. Por ello es que ser solteros no implica un pecado, siempre y cuando no se dejen marcar por las críticas de los demás.