Una buena opción de dieta

El cuerpo fue, es y seguirá siendo la obsesión de la mayoría de las mujeres en todo el mundo.
Actualmente hay infinidad de tratamientos a seguir para reducir kilos, centímetros y grasas, pero la naturaleza es sabia y, si bien algunos complementos que la tecnología nos ha brindado pueden servir de ayuda, no hay nada mejor que una buena dieta complementada con ejercicios, pues constituyen el combo seguro del éxito a la hora de perder peso.
En esta nota, hablaremos de los beneficios de llevar una dieta organizada y con 6 comidas repartidas a lo largo del día.
¿Quieres saber más? Entonces sigue leyendo esta nota Una buena opción de dieta Se  ha comprobado que las personas que se reparten las comidas en 6 porciones diarias, pierden peso más rápidamente que aquellas que comen entre intervalos más largos. Esto se debe a que la frecuencia con la que comemos se relaciona directamente con los niveles de energía, el control del apetito y los niveles de cortisol, la hormona del estrés que favorece la acumulación de grasa en la cintura y el vientre. Entonces, si la persona aumenta la frecuencia (no las calorías diarias) de las comidas durante dos semanas, sus niveles de cortisol se reducen casi en un 20%. Estos cortos períodos entre comidas ambién ayudan a controlar el hambre. Otros estudios indican que al dividir las calorías diarias en seis comidas, también se pueden lograr otros beneficios como lo son reducir el colesterol y el riesgo de infarto. Este plan no sólo permite perder peso de forma sana, sino que lo hace empezando por la cintura y el vientre. Si lo sigues, podrás perder en torno a un kilo a la semana y, con el tiempo, seguirás perdiendo peso y te sentirás más saludable. Un plan con estas características siguen estrellas como Angelina Jolie y Jennifer Lopez… un buen incentivo para tenerlo en cuenta. Éstas son las pautas:

  • Comidas principales: Tanto el almuerzo como la cena deben incluir:
    • Proteínas (carne, pescado, huevos, queso fresco…) del tamaño de una baraja de cartas
    • Hidratos de carbono (pasta, legumbres, arroz) del tamaño de un bol pequeño
    • Fruta, verdura y una cucharada de aceite de oliva y del tamaño de tres cajas de DVD.
  • Desayuno y merienda: Deben contener proteínas, carbohidratos y vitaminas. Algunos ejemplos:
    • Cereales integrales con fresones y yogur descremado; tres nueces y té o café con leche descremada.
    • Manzana con queso fresco, seis almendras, tostada integral con miel y té o café con leche descremada.
    • Tortilla francesa (con un hilo de aceite) sobre tostada integral. Bol de piña o de uvas y té o café con leche descremada.
  • Comidas secundarias: Estos son algunos ejemplos para las comidas entre horas:
    • Un huevo duro y dos alcachofas de lata con una cucharadita de mayonesa. Dos colines integrales.
    • Un tomate con dos lonchas de mozzarella, aceite de oliva y dos colines.
    • Un puñado de pistachos y una manzana.
    • Un plátano y 30 g de queso fresco
    • Un yogur descremado con cereales integrales y cuatro fresones.

Ahora entonces, algunos consejos para conseguir el éxito en la dieta:

Prohibido no desayunar: Es importantísimo no olvidar esta comida, pues es la   más importante. del día. El desayuno debe incluír proteínas magras (huevo, jamón, queso fresco, yogur descremado…), carbohidratos ricos en fibra (pan o cereales integrales), vitaminas (frutas y zumos) y pequeñas cantidades de grasas saludables (nueces o almendras). Mucha gente cree que saltarse comidas adelgaza. Sin embargo, varios estudios han comprobado que quien se salta el desayuno tiene mayor riesgo de obesidad y diabetes que quien desayuna a diario.

Hidratación: Una buena forma de comenzar el día es tomando un vaso de agua con el zumo de medio limón: te ayudará a no retener líquidos y a que tu organismo elimine toxinas. Durante el resto del día, no olvides tener siempre líquidos a mano (además de agua, pueden ser infusiones, sopas, jugos, obviamente, sin azucar y bajas calorías) para tomar los dos litros correspondientes lo cual te ayudará a mantenerte hidratada y a controlar el apetito.

Empieza todas las comidas con una ensalada verde: Esta es la mejor manera de comenzar una comida ya que, las hojas verdes tienen mucho volumen y pocas calorías, por lo cual, una vez que la hayas terminado, tendrás menos hambre para comer el resto de la comida. Otra opción es comenzar con una sopa, pues tiene las mismas características en cuanto a la relación volumen/calorías.

Manzanas: Un buen aliado: Las manzanas son una fabulosa fuente de pectina (fibra soluble), que aporta sensación de saciedad. Además, ayudan a combatir el estreñimiento, eliminan toxinas, perfuman el aliento y protegen el pulmón. Dos manzanas al día constituyen la porción ideal.

Yogur descremado: Un estudio ha demostrado que, siguiendo un mismo tipo de dieta, quienes toman tres yogures descremados al día (como parte del total de calorías) pierden más peso y grasa que las que sólo reducen calorías. Los expertos creen que “el calcio inhibe la producción de células adiposas y acelera el metabolismo de las grasas”. Además, el yogur aporta muchas vitaminas y nutrientes, además de contribuir en gran medida a la cuota de calcio diaria necesaria. Será cuestión de hacer el intento.

Ejercicio: Aunque más no sea caminar, es preferible mantenerse en movimiento que estar sentado mirando la televisión. Aprovecha cualquier oportunidad que se te presente para quemar algunas calorías. Si además quieres fortalecer músculos y modelar tu cuerpo, lo ideal es anotarte en un gimnasio e ir al menos 3 veces por semana. Entre sus múltiples beneficios, el ejercicio calma el apetito y el estrés, y además ayuda a dormir mejor. Para terminar, no olvides respetar lo siguiente:

  1. Beber dos litros de agua al
  2. Cumplir con los horarios y pautas con el mayor rigor posible para “reeducar” el metabolismo.
  3. Comer sentada, en un ambiente agradable.
  4. Manterner la combinación de alimentos: proteínas, carbohidratos integrales, grasas saludables, verdura y fruta.