¡No puedo dormir!

Históricamente y cada vez con más frecuencia las personas tienen problemas para conciliar el sueño. Ritmos de vida agitados, motivos emocionales y hasta la falta de ejercicio pueden desencadenar en una crisis a la hora de descansar.
Para eliminar el problema de raíz a continuación se detallan las causas más frecuentes, que de forma colateral y sin saberlo nos impiden el sueño. ¡No puedo dormir! Entre los factores más usuales que quitan el sueño a las personas, las sustancias que uno ingiere tienen un papel fundamental. Un ejemplo de esto son los medicamentos, desde estimulantes, anfetaminas, diuréticos hasta pastillas para adelgazar pueden tener como efecto secundario el insomnio. Es importante leer siempre las contradicciones y efectos colaterales de los mismos.

Otro factor importante es el alcohol, contrario a lo que se cree, no ayuda a dormir mejor. En realidad si se toma demasiado alcohol en un corto lapso de tiempo no solo que se dormirá mal, sino que probablemente al despertar uno se encuentre con resaca y mucho cansancio, sin importar la cantidad de horas descansadas. También el abuso de sustancias como drogas, tabaco, cafeína y tranquilizantes puede tener repercusión en el descanso de una persona.

Los motivos emocionales comúnmente se relacionan con el insomnio. Problemas como el estrés por el trabajo, la familia o cambios en la vida doméstica suelen repercutir en el sueño de las personas. Otros trastornos como la depresión, ansiedad y ataques de pánico también pueden tener consecuencias en el sueño nocturno. Además los cambios en la hora de dormir, común en trabajos con horarios rotativos, causan problemas con la rutina del sueño, lo que deriva en trastornos en los horarios y posiblemente en cansancio. 

Las condiciones y enfermedades son otra causa muy usual para trastornos del sueño. Enfermedades como asma, alergias, obesidad, hipertensión, tos crónica, etc. Pueden tener efectos en el sueño, ya sea por la condición existente (dificultad para respirar, dolores) o bien por efectos psicológicos derivados (nerviosismo, preocupación, ansiedad)

Además los ruidos externos como ronquidos de otra persona, sonidos de televisión, de la calle y demás pueden ser fuente también de problemas en el sueño. Especialmente por cortar el sueño varias veces en la noche o no permitir dormirse en el momento adecuado.